¿Los sartenes de acero inoxidable son seguros? Averígualo…

Los sartenes de acero inoxidable son uno de mis favoritos para cocinar y es probable que podamos encontrar algo de acero inoxidable en todas las cocinas.

Pero ¿realmente los sartenes de acero inoxidable son seguros? ¿hay algún peligro a la salud al cocinar con ellos?

Respuesta corta: Sí, los sartenes de acero inoxidables son seguros en la cocina, para casi la mayoría de nosotros.

En este artículo veremos:

• los posibles riesgos de cocinar con sartenes de acero inoxidable
• qué hacer para evitar estos riesgos
• qué opciones de sartenes de acero inoxidable son seguros

Entonces, si te preocupa si cocinar con sartenes de acero inoxidable es seguro, sigue leyendo.

¿Los sartenes de acero inoxidable son seguros?

Si, los sartenes de acero inoxidables son seguros para cocinar.

Sin embargo, existe la posibilidad de que al cocinar con ellos, se transfieran pequeñísimas cantidades de níquel y cromo a los alimentos, los cuales, en personas alérgicas o sensibles a estos, pueden generar reacciones cutáneas como ezcema o dermatitis.

Numerosos estudios toxicológicos han demostrado que consumir niveles altos de níquel y cromo pueden generar reacciones adversas en la piel.

Se estima que aproximadamente un 10% de la población es alérgica o sensible al níquel, siendo mayormente mujeres. Y aproximadamente entre el 1 y 3% es alérgico al cromo.

Pero, barajémosla más despacio…
Comencemos por entender como es que se genera este riesgo.

¿Por qué el acero inoxidable puede ser riesgoso para la salud?

El acero inoxidable es una aleación (o una mezcla de metales) compuesta de hierro, cromo y níquel, y otros elementos como manganeso, molibdeno, fósforo y silicio, para darle una mayor resistencia, durabilidad y evitar la corrosión. Su composición química le aporta muchas ventajas en la cocina.

Y es precisamente la presencia del cromo y níquel, y su posible trasferencia a los alimentos, lo que hace “potencialmente riesgoso” cocinar con los sartenes de acero inoxidable.

Al cocinar con cualquier metal sucede un fenómeno conocido como lixiviación, o en inglés leaching.

La lixiviación es el proceso por el cual se liberan o transfieren sustancias de un material sólido a los líquidos o gases circundantes.

En el caso de los sartenes de acero inoxidable, existen varios factores que pueden afectar el riesgo de lixiviación, entre los más importantes:

• la composición y el acabado superficial del material
• la temperatura y tiempo de cocción
• el pH de los alimentos o líquidos que cocinemos

En este estudio, se comprobó que los alimentos o bebidas ácidos (como el tomate, limón, jugo de naranja, vinagre, etc.) pueden aumentar la probabilidad de que ciertos elementos se liberen de las superficies de acero inoxidable, mientras que las temperaturas elevadas de cocción, o tiempos prolongados (por más de seis horas), pueden acelerar los procesos de lixiviación.

También se demostró que los sartenes de acero inoxidable nuevos, tienden a liberar mayores cantidades de níquel y cromo, y conforme se siguen usando, los niveles de lixiviación van disminuyendo.

Sin embargo, se ha comprobado también que la cantidad de níquel y cromo que se libera al cocinar es mínima, muy por debajo de los niveles de consumo de cromo y níquel recomendados. Esto no representaría mayor peligro, a menos de que seas altamente sensible a estos elementos.

Pero la cosa no termina ahí.

El riesgo de alergias al cromo y níquel se incrementa según el tipo de comida que consumamos, esto debido a que también obtenemos ciertos niveles de cromo y níquel desde nuestros alimentos.

La principal fuente de níquel la encontramos en alimentos de origen vegetal, como nueces, guisantes, lentejas, cacahuetes, hortalizas, soya y garbanzos.

El cromo, por su parte, lo podemos obtener no solo en alimentos de origen vegetal, como peras, dátiles, tomates, champiñones, brócoli, algunos cereales, entre otros, sino también en alimentos de origen animal, como la yema de huevo, carne de vaca y cerdo, y algunos mariscos.

Por lo tanto, y en resumidas cuentas, los estudios sugieren que cocinar con sartenes de acero inoxidable puede incrementar los niveles de níquel y cromo en los alimentos (en comparación a cocinar con otro tipo de sartenes).

Entonces, si eres una persona alérgica con alta sensibilidad al níquel o cromo, lo mejor es usar sartenes de acero inoxidable libres de níquel, como los fabricados en acero 18/0, 21/0 o grado 430. O bien, simplemente dejar de cocinar con ellos.

Para el resto de los mortales, cocinar con sartenes de acero inoxidable no representa ningún riesgo para la salud.

¿Los sartenes de acero inoxidable con teflón son seguros?

Algunas presentaciones de sartenes de acero inoxidable están recubiertos con PTFE, o teflón. Estos son los preferidos en muchas cocinas, ya que el acero inoxidable aporta una mayor durabilidad, que el aluminio, y el recubrimiento antiadherente hace que los alimentos se puedan desprender fácilmente del sartén.

Sin embargo, el simple hecho de tener recubrimiento PTFE pueden representar ciertos riesgos a la salud. De ahí que muchas personas prefieran las sartenes sin teflón.

En el pasado, estos recubrimientos contenían una sustancia llamada PFOA, la cual se relacionó con ciertas enfermedades, entre ellas el cáncer. Por tal motivo, se decidió prohibirlo en la fabricación de los sartenes con teflón.

Hoy en día, la mayoría de los sartenes antiadherentes están libres de PFOA y se consideran totalmente seguros en la cocina, siempre y cuando no excedas de los 240 °C y evites usarlos con el recubrimiento desgastado o dañado.

Lee más sobre cual de los dos tipos de sartén es mejor: Acero Inoxidable o Teflón.

¿Como minimizar el riesgo?

Una de las conclusiones del estudio mencionado antes, fue que los factores de mayor contribución a la cantidad de níquel y cromo que se filtró a los alimentos fueron: tipo de acero inoxidable con el que estaba construido el sartén, el tiempo de cocción y el tiempo de vida del propio sartén.

Por lo que con base a esa conclusión, podemos reducir el riesgo siguiendo estas recomendaciones:

• Seleccionar sartenes de acero inoxidable de alta calidad. Regularmente, los sartenes de acero inoxidable se fabrican con grado 304 (18/8 o 18/10) o 316 (el cual es muy similar al 304, pero con una adición de molibdeno, que lo hace aún mucho más resistente a la corrosión que el 304). Hay algunos sartenes de alta gamma construidos con acero 316Ti, el cual está reforzado con Titanio.
• Si eres del grupo de los alérgicos, evita cocinar o almacenar comida ácida en estos sartenes. Opta por sartenes antiadherentes o de acero al carbono en su lugar.
• Cuida tus sartenes mejor, lavándolos a mano. El uso del lavavajillas y sus detergentes fuertes pueden aumentar el riesgo de lixiviación por el desgaste que van generando en el sartén.
• Procura comprar sartenes “multicapa” y de buen espesor. Estos son la mejor opción si lo que buscas es un sartén duradero, con buen desempeño y con una construcción robusta.
• Evita usar sartenes picados o dañados. De haber pequeñas secciones de la superficie dañadas, se puede incrementar enormemente el riesgo de una mayor de filtración de estos elementos a la hora de cocinar.

Opciones de sartenes de acero inoxidable seguros

Si estás buscando comprar sartenes de acero inoxidables seguros, entonces considera estas opciones:

Cerrando

El acero inoxidable sin duda es una de las opciones más populares de sartenes en la cocina. La cantidad de níquel y cromo que puede filtrar a los alimentos es mínima y esto, por sí solo, no representa un riesgo para la salud.

Si tú eres alérgico a estos elementos, seguramente no solo tendrás que cuidar de qué tipo de sartén utilizas, sino también deberás echar un vistazo a tu dieta.

Si estás buscando un buen sartén, antes de comprar echa un vistazo a mi guía sobre los mejores sartenes.