Organizar los gastos de la casa en 3 simples pasos

Una de las mejores maneras de simplificar tu vida y mejorar tus finanzas, es organizar adecuadamente los gastos del hogar.

Por lo general, para la gran mayoría, es una realidad que la mayor parte de nuestros ingresos se nos van en temas relacionados con el hogar.

Según una encuesta reciente del INEGI, el 38% de los ingresos de la mayoría de los mexicanos se destina únicamente a la alimentación.

Si bien es cierto que estas cantidades y porcentajes van a variar en función de tus ingresos y objetivos financieros personales y quizás tú seas afortunado de tener una posición más holgada.

Pero aquí el tema, no es cuanto ganas.

Si no más bien, como manejas el dinero cuando llega a tu bolsa.

La gran mayoría no tiene idea como están distribuidos sus gastos relacionados con el hogar, y llegas al fin de mes sintiendo que el dinero se te fue de las manos.

En este artículo voy a cubrir algunas prácticas clave sobre como organizar los gastos de la casa para que te asegures de hacer rendir bien tu dinero.

¿Como organizar los gastos de la casa?

 Es un proceso bastante simple en realidad.

Primero necesitas crear un presupuesto que refleje tus gastos actuales, categorizando tus gastos en tres principales categorías: gastos esenciales, gastos variables necesarios, y gastos discrecionales. Luego, definir un límite de gastos para cada categoría y finalmente, y lo más importante, debes seguir el plan.

Paso #1: Desarrolla un presupuesto familiar

Una de las mejores herramientas para controlar tus gastos es sin lugar a dudas: el presupuesto familiar. 

El presupuesto te permite planear que hacer con tu dinero, te da la oportunidad de elegir en que gastar tu dinero en función de tus prioridades.

Con un buen presupuesto puedes:

• Cuidar tu liquidez.
• Planificar tus gastos y estar al día con tus compromisos económicos.
• Administrar tu dinero para lograr ahorrar o invertir.
• Evitar caer en deudas peligrosas, o si ya estás ahí, salir de deudas rápidamente.

Sin embargo, no es precisamente una herramienta popular.  Requiere disciplina y compromiso para usarlo y mantenerlo “vivo”.

Algunas personas incluso los consideran muy complicados y tediosos.

Y por lo general, si se utiliza, es solo para mantener un registro de los gastos, más que para realmente emplearlo para “autocontrolarnos”.

Afortunadamente, hay muchas alternativas que ahora nos facilitan esta tarea.

Puedes arrancar con tu presupuesto haciendo tus registros en papel, o apoyándote en una hoja de cálculo, o con una de las muchas apps disponibles.

Independientemente de que utilices para llevarlo, debes seguir estos pasos para armar tu presupuesto:

A. Estima tus ingresos totales

El primer paso para administrar adecuadamente los gastos del hogar, es tener claridad de sobre cuanto dinero entra a la casa.

Comienza por listar todas las aportaciones, desde el sueldo(s), bonos de despensa, o cualquier otro bono; así como, cualquier otro tipo de ingreso que recibas por rentas o la algún negocio que puedas tener.

Para poder planear correctamente, sería ideal tener el detalle de todos los ingresos que tendremos durante el año.

De este modo podemos identificar aquellos meses que cae algo adicional, o bien, aquellos meses complicados donde el sueldo está justito.

Sin embargo, si esta es la primera vez que haces un ejercicio como este, con tener los ingresos del mes entrante, es más que suficiente.

B. Identifica cuáles son tus gastos.

Los expertos en finanzas recomiendan categorizar tus gastos en 3 grandes categorías:

• Gastos fijos obligatorios, todos aquellos indispensables para mantener tu casa y tu familia a flote. Por ejemplo, despensa, servicios, colegiaturas, renta, etc.
• Gastos variables necesarios, aquellos que surgen como necesidades, pero suceden ocasionalmente, como los gastos médicos, reparaciones de la casa o el coche, gastos escolares, etc.
• Gastos variables no esenciales, o discrecionales, estos son aquellos que gastamos para darnos un gusto, o por impulso, no necesariamente porque sea necesario. Estos son los gastos relacionados con ocio, entretenimiento, aquí van muchos de los famosos gastos hormiga.  Como por ejemplo, gastos en restaurantes, regalos, propinas, café de la mañana, etc.

Otra opción sería acomodar los gastos por “áreas”, por ejemplo:

• Casa
  • Limpieza
  • Mantenimiento / reparaciones
  • ….
• Servicios
  • Agua
  • Luz
  • …
• Alimentos
  • Despensa
  • Salidas a comer
  • ….
• Niños
  • Colegiaturas
  • Clases extra
  • …
• Auto
  • Gasolina
  • Mantenimientos / reparaciones
  • …
• Personales
  • Cuidado personal
  • Médicos
  • Ropa
  • …

El chiste aquí es que tú hagas tu presupuesto tuyo, usa las categorías que como a ti te funcionen, usa las que te ayuden a llevar un mejor control y que te ayudan a facilitar el registro de tus gastos.

C. Asigna una cantidad de dinero a cada categoría.

Ya que tienes el desglose de tus gastos, viene la parte buena: la planeación.

Aquí es donde con base a tus prioridades, debes asignar una cantidad a gastar durante el mes para cada categoría.

Para hacer estas asignaciones, seguramente vas a necesitar revisar algunos de tus recibos pasados, o dar una revisada a tus estados de cuenta.

Lo importante aquí, es que de manera consciente distribuyas tus ingresos para cubrir todos tus gastos. 

Es muy probable que puedas darte cuenta de que los ingresos no alcanzan para todos los gastos proyectados, y aquí es donde comienza la magia del presupuesto.

En este punto es donde tú puedes, de manera anticipada, decidir que gasto o gastos ajustar, o cuáles simplemente no hacer este mes.

Tu primer presupuesto no tiene que ser perfecto. 

El presupuesto es un proceso iterativo, donde mes a mes, vas redefiniendo tus prioridades y tus límites de gastos para cada categoría.

Paso #2: Dedica tiempo a tu presupuesto, poco, pero frecuente.

¡Esta es la hora de la verdad!

Tu presupuesto está listo, el plan está hecho.

Ahora lo que sigue es usarlo.

Se necesita tener la disciplina de registrar cada gasto, preferentemente a diario. 

Desde el café de la mañana, hasta la compra de la despensa.

Entre mayor sea el detalle con el que registres tus gastos, mejor será la oportunidad que tendrás de ver donde puede estarse filtrando o malgastando tu dinero.

Aquí es donde resulta muy conveniente el uso de sistemas electrónicos para registro de los gastos, o bien, el uso de alguna app.

Aunque siempre puede ser alternativa, llevar una pequeña libreta contigo para ir registrando tus gastos, o bien, ir haciendo el registro diario de los gastos al final de cada día.

Es especialmente importante, no dejarlo a la memoria.

Créeme, con el paso de los días, es difícil acordarte que gastos realizaste.

Paso #3: Analiza tus gastos y define prioridades para el siguiente mes

Una vez que termina el mes, hay que hacer las cuentas y ver como se gastó el dinero.

Cada mes, verás que hay dos posibles escenarios, lograste mantener el plan de gastos o no. 

Escenario #1: Cumpliste con tu presupuesto

Si llegaste a final de mes y te das cuenta de que estás gastando menos de lo que presupuestaste, ¡felicidades!, lograste hacer un buen uso de tu presupuesto.

Sin embargo, no está de más echar una revisada a tus categorías y ver si hay alguna donde pudieras estarte sobrepasando.

Escenario #2: No cumpliste con el presupuesto y te sobrepasaste en gastos.

Por el contrario, si estás gastando más dinero del presupuestado, entonces es muy probable que estés gastando más de lo que ganas.

En este caso, necesitas es hacer una verificación detallada de tus gastos e identificar en que categoría te estás excediendo.

Reconsidera si el monto que definiste para esa categoría es el adecuado, y de serlo, evalúa maneras en las que puedas reducir el gasto.

Un lugar por donde comenzar es en el gasto en despensa, sin duda la alimentación es una de las categorías más pesadas del presupuesto.

Hay muchas maneras de ahorrar en comida sin sacrificar calidad o variedad.

Una opción es organizar la comida para toda la semana con anticipación, planeando el menú de comida para la familia y así evitar comprar cosas innecesarias.

Otra manera de ahorrar en la compra de despensa es basar tus compras en una lista, en lugar de ir por los pasillos “explorando”, y hacer comparaciones de precios usando los sites de los supermercados y aprovechar las ventajas de hacer las compras en línea.

Los servicios son otro de los rubros donde te puedes exceder.

En este artículo te doy algunos tips para ahorrar energía en casa, en este otro te doy recomendaciones para cuidar el agua y aquí te digo como ahorrar electricidad con paneles solares.

Y si tienes servicios como cable, teléfono o cualquier otro donde pagas una cantidad fija mes a mes, será importante confirmar si realmente lo necesitas, o si los estás utilizando en su totalidad.

Muchas ocasiones, la cuota viene cargada de servicios adicionales que no usamos ni tampoco ocupamos.

Finalmente, habrá que revisar si son los gastos discrecionales los que nos están sacando del presupuesto.

Procurar moderar las comidas fuera de casa, o bien, poner especial atención en los gastos hormiga, los cuales, al ser chiquititos pasan desapercibidos, pero ya acumulándolos, comienzan a figurar en el gasto.

Lo importante es tener claridad de donde está la mayor oportunidad para reducir el gasto, el resto es solo ponerse creativo y replantear el presupuesto.

Consejos para el buen manejo del presupuesto

El presupuesto sirve solamente si lo actualizas, lo adecuas a tu estilo de vida y analizas como gastas tu dinero.

Un mal uso del presupuesto únicamente muestra a dónde se fue el dinero.

Un buen sistema para manejar el presupuesto te ayudará a cambiar tus hábitos y tomar control de tu dinero.

En lo personal, esto es lo que más me ha ayudado a sacarle provecho:

• Dedica un tiempo a la semana o algunos minutos al día para registrar gastos y revisar como vas respecto a lo presupuestado.
• Trata de identificar los días de pago de recibos, servicios, tarjetas de crédito y marcarlos en tu presupuesto, de manera que no los pierdas de vista.
• Si descubres que gastaste de más en una de las categorías, busca como compensar descontando lo excedido en otra categoría(s), sacrificando sobre todo las categorías de gastos no esenciales. 
• Programa un día en el mes para hacer el cierre y planear los gastos del siguiente mes.
• Toma en cuenta los gastos que suceden únicamente algunas veces en el año. Algunos expertos recomiendan partir el gasto en 12, de manera que cada mes vayas aportando y no sientas el gasto de golpe.
• Procurar que la planeación y revisión del presupuesto se haga en familia, de esta forma aseguras que las prioridades estén alineadas.

En conclusión

Seguir un presupuesto es la mejor manera de controlar y organizar los gastos de la casa. 

Te ayuda a ser consciente de a donde va tu dinero y a asegurarte que tu dinero está bien gastado. 

Planeando con anticipación y siendo disciplinado, puedes crear un presupuesto que se adapte a tus necesidades y te ayude con tus metas financieras.